Si bien la sinceridad nunca a sido mi fiel compañera (lo mas extraño es que esa frase es muy sincera), debo decir mas honestamente que nunca, que estoy muy desencantado con la vida.
Después de mucho pensar y repasar mi vida, siempre el consuelo para aquellos momentos donde la vida se veía mal y sin sentido, era pensar en lo afortunado que era en general y como la oportunidad de tener grandes aventuras y tener el Don que mas aprecio en mi, de aprender en cada paso, me habían formado poco a poco como una persona que ciertamente me agrada ser, plantada en una vida que ciertamente me agrada vivir.
Han pasado los años desde aquellas eternas noches frente al computador haciendo las sumas y restas de la vida para saber si seguía siendo afortunado, no era como en matemáticas, el orden de los factores si alteraba el producto y muchas veces las mismas operaciones daban distintos resultado, dependiendo del momento en que las hiciera y el valor que le diera a los factores según todas las variables de subjetividad del contexto en general, tanto interno como externo.
Hoy, a esta hora, en este minuto y por este espacio, declaro firmemente y sin temor a equivocarme, que después de realizar la operación repetidas veces por algún tiempo y en contextos diferentes, el resultado fue siempre negativo. Es decir, me siento poco afortunado y creo que tengo derecho a sentirme así. La relativa importancia que le da la gente a las cosas puede explicar como me afectan tanto cosas que no “deberían” según las reglas “oficiales” de sentido común y como seguir a mi sentido común, me hace notar al poco tiempo, que mi “sentido”, es de otra familia… la familia peculiar, por lo que su nombre seria “sentido peculiar”. Siempre el comportamiento al que mis instintos me llaman es fuera de lo establecido, siempre es particular y poco entendido y lo peor es que yo entiendo los puntos de los demás.
Pero como es posible, que se me dote con la capacidad de entender, comprender y asimilar lo comun y normal solo con el afán de doblegar los impulsos que me llevan a hacer lo que me hace feliz y que por lo general esta mal. No se mal entienda, vivo siempre respetando la ley y tratando de hacer el bien a los demás, pero mis máximos intereses siempre van en desmedro de mi salud y creo que hay pocas cosas tan injustas como condenar a una persona a ser irresponsable, inmadura y estupida o ser simplemente feliz.
Es como que yo dijera “el que no lee esto es tonto”, es injusto, la verdad es que es largo y fome y no tendrían porque elegir entre leer algo fome y ser tontos, pero la vida no es justa, así que efectivamente el que no lee esto, es tonto y muy probablemente imbecil.